REFLEXIONES POST NAVIDAD
Siempre se ha descrito la Navidad como una época de alegría, ilusión, esperanza y unión. Reuniones familiares, regalos, comidas especiales……pero ¿realmente nos sentimos entusiasmados con la llegada de estas fechas?
En el Gabinete he podido comprobar que la Navidad también genera ansiedad, tristeza, frustración, ira…y que no son pocos quienes se sientes de esta forma. Pero, como la sociedad nos dice que la Navidad es igual a felicidad, pues habrá que aguantarse y disimular.
Todo lo hablado en consulta me ha hecho reflexionar sobre la presión social a vivir esta época como “siempre se ha vivido”. Las leyes no escritas de la navidad, como por ejemplo esa que dice que “tienes que cenar o comer con los tíos lejanos esos que no ves durante todo el año y además no soportas, porque es Navidad”, o esa otra ley que dice que “tienes que comerte los entrantes el pescado, la carne y además el roscón, porque es Navidad”, o esa que dice que “obligatoriamente tienes que estar con tus hermanos, esos con los que no tienes relación o la relación en tóxica, porque es Navidad”.
Tenemos forjado a fuego que esas leyes son inamovibles, pues si no las seguimos, rompemos toda la magia de la navidad, que herimos a familiares, y somos unos egoístas. ¿Pero realmente esto es así? Si pudiera usted elegir como pasar la navidad, ¿elegiría hacerlo como ha tenido que hacerlo hasta ahora?
Conozco a clientes, amigos, e incluso me incluyo en el grupo de personas que han probado disfrutar de una Navidad plena, junto con las personas que quieren y aprecian, en los espacios que los hacen sentir bien y haciendo las actividades que les hacen sentir plenos. Y no creo que sean egoístas, simplemente creo que se dan cuenta de que la verdadera ilusión y la magia radica en lo auténtico, en lo natural. Y lo auténtico y lo natural se basa en cada uno y no en unas leyes no escritas que nos impone la sociedad.
Puede llegar a ser complicado en algunos entornos salir de estas tradiciones, leyes o normas impuestas. Pero les animo a reflexionar sobre estas últimas navidades, sobre lo que han sentido o han dejado de sentir e imaginar como querrían que fueran las siguientes navidades.
En consulta hemos trabajado sobre ello y la verdad es que, tras esos días señalados, he podido comprobar que el trabajo realizado ha dado sus frutos y he podido ver clientes que hasta ahora sufrían por la Navidad, felices, ya que por primera vez han disfrutado. A todos ellos felicidades por el trabajo realizado y la osadía mostrada.
¿Y usted, como querría disfrutar de la Navidad este 2018?
Maria Zunzunegi