RESPIRACIÓN CONSCIENTE
En general, no prestamos la suficiente atención a un acto tan vital como el de la respiración. Simplemente nuestro inconsciente se encarga de que esa función se produzca automáticamente. Normalmente, el ritmo respiratorio de un adulto está en torno a 12 respiraciones por minuto. Sin embargo, esta tasa se eleva notablemente, en algunas alteraciones de ansiedad y puede llegar a la hiperventilación.
Parece que la hiperventilación está en el origen o mantenimiento de las crisis de angustia. Con la hiperventilación se expulsa una cantidad excesiva de dióxido de carbono, lo que provoca cambios químicos en la sangre y creando diversa sintomatología: nauseas, mareos, dolor de cabeza, sudor frio, hormigueo, palpitaciones, etc. La forma de reducir muchos de estos síntomas y volver a tener las riendas de nuestro bienestar es realizando la respiración diafragmática.
¿Has visto a un bebe respirar? ¿Has podido observar cómo se mueve su abdomen con las inhalaciones y las exhalaciones? Es una respiración de vida, profunda; es la respiración diafragmática. En cambio, seguramente si te fijas en tu propia respiración te darás cuenta de que tu respiración es superficial, apenas aprovechas la parte superior de tus pulmones.
La respiración diafragmática es una técnica que entrena el autocontrol del ritmo, la profundidad y la tasa respiratoria. Cuando se practica se logra estabilizar los niveles de oxígeno en sangre con lo que la persona experimenta una disminución de la repuesta vegetativa simpática asociada a la hiperventilación; normalización de los niveles de Ph sanguíneo, se reduce la vasoconstricción y la tasa cardíaca, se recupera el flujo sanguíneo normal tanto a la musculatura como al cerebro.
Aprender a vivir de una forma relajada no es algo que pueda conseguirse en cinco minutos y requiere, como todo, de una disciplina y una práctica continuadas. La respiración de una forma consciente nos brinda la oportunidad de estar conectamos con nosotros mismos a cada instante, de esta manera nuestra mente estará siempre preparada y receptiva para los continuos cambios, adversidades o alteraciones que podamos sufrir.
Tomar consciencia de un acto tan vital como el de la respiración mediante una técnica sencilla es una gran herramienta para favorecer nuestro bienestar mental y psicológico.
¿Que te parece si, cierras los ojos, y observas como es tu respiración?