HACIA LA LUZ (TESTIMONIO)
A veces nuestra luz interior se apaga sin darnos cuenta,poco a poco vamos perdiendo nuestra ilusión y sonrisa, y de pronto nos vemos sumidos en la oscuridad. Sobre esa oscuridad y su camino hacia la luz nos ha escrito hoy una clienta.
Creo que siempre he sido una chica alegre y con ganas de salir, hacer cosas nuevas... Pero todo eso cambio de un día para otro en mi vida y ya no tenía ganas de nada.
Conocí a un chico con el que al principio todo era bonito, pero enseguida comenzaron los problemas. Me dio pastillas para adelgazar, siempre me comparaba con las chicas que eran más delgadas y bonitas que yo, no me dejaba salir con mis amigas (reprochándome que estaba con otro chico), me decía que le quería por su dinero... Aun sabiendo que no era justo lo que estaba viviendo, no quería dejarle. Tras un tiempo juntos, todo se volvió negro entre nosotros y decidí que ya no quería seguir con todo aquello.
Tiempo después, conocí al que es ahora mi novio. Todos me decían que no me habían visto nunca tan feliz, pero al poco tiempo me empezó a pasar factura la relación anterior. Además, me quedé embarazada al poco, y tras el nacimiento de nuestro pequeño todo se hizo más difícil. A medida que pasaba el tiempo me sentía peor, triste, sin ganas de nada. Había unos días mejores, pero la mayoría eran malos, y la cabeza empezaba a dar vueltas por cosas que no tenían ni la más pequeña importancia. A causa de esa frustración e impotencia, empecé a autolesionarme, tirándome de los pelos, haciéndome moratones en la cara. Un día sentí que ya no quería vivir más, y es cuando decidí que necesitaba ayuda profesional.
En mi primera sesión con María, tuve una oportunidad maravillosa para desahogarme y así empecé a intercambiar mis miedos todas las semanas. Después de tanto tiempo encontré a alguien que me entendía y me brindaba la oportunidad de intercambiar miedos en mi camino.
A parte de enseñarme técnicas de relajación, me enseñó la importancia de la comunicación y de no guardar nada en mi interior; también pautas para llevarlo a cabo. Siempre he vivido pensando en lo que pensarán otros, y por fin he entendido que en esta vida tenemos que cuidarnos a nosotros mismos y que si hay algo que nos duele, de forma asertiva lo tenemos que comunicar. Ahí empezó mi gran cambio, cuando empecé a comunicar mis miedos y desahogándome.
Tras un tiempo trabajando en consulta, empecé un cursillo de montar a caballo cuando en realidad, toda mi vida me habían dado muchísimo miedo esos animales tan grandes. Poco a poco, en el trato con los caballos me empezaba a sentir feliz. También comencé a crear una nueva red de amigos, con los que fui perdiendo miedos y a empezar a sentirme bien siento yo misma.
Dicho todo es, no quiero decir que hoy en día no tenga momentos malos, y pues siempre habrá momentos mejores y peores, pero he cambiado mi actitud hacia la vida y sus adversidades. He aprendido a comunicar mis pensamientos o necesidades de forma asertiva y he empezado a quererme. Ahora me siento feliz con lo que tengo, mi familia y bueno amigos.
Por supuesto eso no lo hubiese podido hacer sin la ayuda de María, por lo que le doy mil gracias, porque me ha ayudado en menos de un año a conseguir el logro de QUERERME Y A CONFIAR EN MI MISMA. La clave está en NOSOTROS MISMOS.