Hace unos días pude asistir a una enriquecedora formación a cargo del psicólogo Carlos Odriozola, organizada por el Colegio Oficial de Psicólogos de Gipuzkoa. La formación suscito mucho interés, ya que todas las plazas disponibles para la formación se ocuparon en poco tiempo y fui una de las afortunadas en poder disfrutar del viernes a la mañana de una jornada de aprendizaje y reflexión.

El proceso M.A.R es un proceso psicológico integrativo, de aplicación individual, familiar y/o de grupal para la ayuda en la elaboración del duelo, cuyo desenlace no es el olvido, sino el agradecido recuerdo. creo que este es el primer punto diferencial del proceso, el recuerdo agradecido. Durante la formación hablamos mucho sobre el hecho de recordar y agradecer la experiencia, la relación con esa persona querida. El mayor foco de conflictos se centra el la culpa según este proceso y me pareció muy acertada su prespectiva de trabajo. Además hablamos sobre la diferencia entre sufrimiento y dolor, concepton que muchas veces confundimos y que desenvocan en procesos psicológicos muy diferentes.

Una de las partes que más me gustó de la formación fue sobre el concepto de humanizar a las personas y al proceso. creo que es de vital importancia empezar por humanizarnos a nosotros mismos, empezar a conectar con nuestras vivencias, nuestro agradecimiento, nuestro dolor etc. Sin ese proceso individual veo muy complicado el desarrollar la capacidad de humanizar al otro.

Hoy en día, en una sociedad en la que vive completamente desconectada de si misma y trabajando en la desvinculación de los rituales entorno a la muerte y el duelo, cada vez existen más duelos patológicos. Es de vital importancia que elaborar el duelo es un proceso sano y necesario para el individuo, que dota de significado y honra la relación. pero como dice Jorge Bucay, los duelos, dueles, y en la sociedad del "no dolor", esto no tiene cabida. Por no querer transitar por ese dolor, sin darnos cuenta nos sumimos en el sufrimiento, en la concatenación de duelos sin elaborar, en una espiral de desconexión del amor. Pues al fin y al cabo, el trabajo de duelo, refleja el amor, significa sanar con amor.

La verdad que muchas de las tareas propuestas en el proceso M.AR ya las suelo utilizar en consulta pero esta visión global me ha aportado muchísima información y más recursos para poder asistir a quien lo necesite en su proceso de duelo.